Buenas tardes a todos aquí. Comienzo agradeciendo al autor Miguel Barreto Henriques por el honor de poder presentar, en términos más o menos generales, su nuevo libro “Versos Livres”, y con el honor también viene inherente la responsabilidad, ya que su poesía es, de hecho, , sui generis.
Aunque ya conocía otras obras de Miguel, debo confesar que esta nueva obra fue una verdadera sorpresa para mí, sobre todo por la potente imaginería que abarca contenidos tan diversos como preocupaciones ecológicas, cuestiones políticas y/o ideológicas, las nuevas alienaciones que proporcionaba por medios tecnológicos, o experimentalismos poéticos, en tono pastiche-collage, como el poema “Los tres cerditos y el lobo feroz”.
No deseo extenderme demasiado, pues temo arruinar la sorpresa que tendrán los lectores al leer “Versos Livres”, sin embargo debo destacar una línea de interpretación muy personal que extraje de la mayoría de los poemas, y que me hizo Me viene a la memoria un cuadro de Gauguin donde se plantean las eternas preguntas existenciales “¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿A dónde vamos?
Por un lado, de manera lúdica e irónica, pero a la vez seria, el poeta presenta una sucesión de versos sueltos, con imágenes insólitas en las que el portugués vernáculo se cruza con la erudición, y nosotros, los lectores, nos enfrentamos al vacío existencial de la vida cotidiana. , con el absurdo de las acciones humanas, ya sean constructivas o destructivas, lo que plantea una serie de preguntas que no siempre se plantean la mayoría de los seres humanos, porque están demasiado ocupados con su supervivencia o con su “Ego” antropofágico: ¿Cuál es nuestro lugar? ¿en la Tierra? ¿Qué sentido de Vida hay en nuestras acciones? ¿Qué es vivir? ¿Hay algo más allá de esta existencia física nuestra? ¿No sería mejor vivir en un Presente eterno? Entre otros.
Por otro lado, creemos que el acto creativo, en este caso la escritura poética, es la gran tabla de salvación que nos sostiene y nos conduce a puerto seguro para no ser engullidos por el Leviatán de las rutinas cotidianas, de las mil y una Una de las molestias más comunes de la vida cotidiana que nos lleva al aburrimiento, la depresión y un estado de alienación similar al de un zombi o, incluso, la muerte, en ciertos casos. Escuchemos el siguiente poema-manifiesto:
Anuncio No. 0∞
Desde las montañas de Colombia,
Soy una guerrillera de letras
y espero que mis versos cobren muchas víctimas.
Todo poema debe explotar como una bomba.
Cada estrofa debe atravesar el corazón como una daga.
Cada palabra debe perforar el cráneo como una bala.
No quiero versos suaves
ni rimas sentadas.
Quiero bailes de fuego cruzado,
metáforas incendiarias,
sangre, rojo y vísceras.
Yo uso la pluma como mi arma guerrera.
No tengo otra
Escribir
Es mi manera de cambiar el mundo.
Mi lucha armada
Está en el teclado de mi computadora.
La Sierra Maestra
está donde y cuando un hombre quiera.
Está justo aquí,
A mi alcance.
En verdad digo que es mejor ser “víctimas” del teclado del autor que ser muertos vivientes inexpresivos, sin deseos ni metas. Al igual que el poeta, nosotros, comunes mortales, también podemos ser “guerrilleros” y enfrentarnos al susodicho Leviatán del Aburrimiento con las armas que tenemos, es decir, la “Sangre y Savia” de las palabras. Una tarea hercúlea, sin duda, pero que nos hará sentir que somos algo más que números en nuestro Carnet de Ciudadano, o contraseñas en la Agencia Tributaria o en el EDP, como en el poema “Viaje al centro de un país llamado Burocracia”. “. En otras palabras, la poesía no debe suavizar ni alienar, sino más bien transformar y potenciar nuestra existencia, en esta dimensión física.
Finalmente, “Versos libres” trae a la mente el conocido título del manifiesto de Mayakowski “Una bofetada al gusto público” (1912), una bofetada que es a la vez metafórica y catártica. Reflexiones, meditaciones y mitologías están en el corazón de estos poemas, a veces muy duros, otras veces cómicos y, de vez en cuando, tiernos como el pico de un pterodáctilo, destrozando nuestra conciencia y dando una buena bofetada a nuestra zona de confort. Por todo esto y mucho más, sólo puedo felicitar y agradecer a Miguel Barreto por hacernos más vivos después de leer “Versos Livres”, porque “el amor, la política y la poesía” deben ser libres. ¡Granizo!
Ondina Pires